
De una convocatoria surgieron las actrices locales a incorporarse a Psicofonías: Lupita Álvarez y Natalia Ayala Schiaffino. Se entrenaron en recrear, recordar e inventar interiores de casas. En estos espacios, relatados por ellas alternativamente, la segunda procuraba recorrer el espacio que oía describir contrastando la descripción con el espacio real que tenía enfrente. En la última etapa se trabajó directamente dentro de las ruinas de las casas. La guía de la experiencia psicofónica, Lorelei, irrumpía en la casa relatada / ruina parasitando el espacio creado por las otras intérpretes, elegía un punto estratégico y efectuaba la grabación. En las presentaciones se hacía oír al público cada una de las tomas, hechas siempre en cassettes nuevos. El público sigue reclamando casi con desesperación la grabación prometida (cabe recordar que los espectadores formulaban una pregunta que los asistentes -Chucho, Frijolito y Megafonomán- entrerraban junto a la primera ruina: la psicofonía respondería a estas preguntas). La actriz Lorena Farina continúa trabajando sin descanso desde hace seis meses sobre las grabaciones, seleccionando las partes más elocuentes para luego subirlas a la galeriadeartenomade.com.ar.